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Premios y reconocimientos obtenidos
1) Ni muy muy, ni tan tan. La Literatura, como cualquier otra rama del arte, incluye a todos: grandes y chicos escuchamos música, miramos pinturas, según vamos pudiendo. Cada cual se apropia de lo que sus sentidos, emociones, su ser entero, su conocimiento y su medio le va permitiendo. Creo que la división se vuelve dura cuando obedece a normas que no tienen que ver con el arte, como puede ser una política de mercado o alguna línea pedagógica cerrada. A un niño de dos años no le vamos a leer a Dostoievsky pero tampoco, –por lo menos esa es mi idea– vamos a aplicar a un cuento, el A B C que se supone existe para el lector pequeño: un imaginario lleno de chupetes, globos, moños, más una “sencillez” que suele ser pobreza. La educación por el arte no concibe el “achicamiento “ de ninguna de las manifestaciones artísticas. Por lo tanto, no achicaremos el lenguaje, la poesía, la narrativa.
2) Al escribir, no elijo un tema a priori. Dejo la mano correr (hago inicialmente borradores a mano) sobre cosas que bullen por dentro. Cuando van saliendo los personajes, sus medios, sus lenguajes, ellos me llevan porque debo ser coherente al construirlos. Todo es como un tapiz. La trama se ajusta, se dibuja y lo que más cuesta es llegar al final. Javier Villafañe decía que él era un ladrón porque le robaba a la realidad. Yo estoy de acuerdo: a la realidad que nos impacta y nos elige, y es el pie para urdir las mejores fantasías.
3) No olvidemos que el poder y el dinero generan la cultura que le es afín: la del consumo. Para poner un ejemplo pensemos en Hollywood y sus producciones de vampiros, efectos especiales y otros etcéteras. Hay miles de ejemplos más. La sociedad es un poco seducida y un poco compelida al consumo de productos sólo comerciales, los que dan más ganancias, “lo que se vende”. Es una dialéctica entre el mercado y el imaginario colectivo. Toca la época de monstruos, de dinosaurios, de princesas, todo condimentado por los medios. Eso no quita que existan, con mucha lucha y coherencia por parte de escritores, artistas, algunos editores, libreros y otros componentes de la industria cultural, obras creadas con miras más amplias, búsquedas más éticas y objetivos que no involucran solamente al dinero. Cada uno de nosotros debe pensar al considerar un libro, por qué camino transita y si es un gustador o simplemente un consumista.
4) No puedo hablar de un solo libro. Sí puedo decir que me identifico mucho con el cuento Monigote en la arena y con los poemas de La hormiga que canta. ¿Por qué? Porque como al Monigote, me gustaría borrarme jugando y porque yo soy una especie de hormiga que canta.
Pablo De Santis nació en Buenos Aires en 1963.Está considerado como uno de los más destacados escritores argentinos de su generación. Se hizo merecedor entre otras distinciones, al Premio Planeta –Casa de América por su libro “El enigma de París”. En LIJ es autor de las novelas juveniles «Desde el ojo del pez», «Pesadilla para hackers», «Lucas Lenz y el Museo del Universo», «Astronauta solo», entre otras. Publicó el libro de historietas «Rompecabezas»; los ensayos «Rico Tipo y las chicas de Divito» y «La historieta en la edad de la razón».El libro de cuentos «Rey secreto» reúne más de 80 relatos breves. Recibió el Premio al Mejor Guionista otorgado por la Revista Fierro (1984), el Premio «Los destacados de ALIJA» (1993), y el Kónex de Platino de Literatura Juvenil (2004).
- El palacio de la noche, 1987
- Desde el ojo del pez, 1989
- Historieta y política en los 80: La Argentina ilustrada, 1992
- Lucas Lenz y el Museo del Universo, 1992
- La sombra del dinosaurio, 1992, con ilustraciones de Fabián Slongo
- Astronauta solo, 1993, con el dibujante Max Cachimba
- El último espía, 1993
- Pesadilla para hackers, 1992, con ilustraciones de Pez
- Transilvania express. Guía de vampiros y de monstruos, 1994
- Rico Tipo y las chicas de Divito, 1995
- Las plantas carnívoras, 1995
- Rompecabezas, 1995, historietas con el dibujante Max Cachimba
- Enciclopedia en la hoguera, 1995, con el dibujante Max Cachimba
- Invenciones argentinas. Guía de las cosas que nunca existieron, 1995
- La traducción, 1997
- Páginas mezcladas, 1997, con ilustraciones de Max Cachimba
- La historieta en la edad de la razón, 1998
- Filosofía y Letras, 1998
- El teatro de la memoria, 2000
- El calígrafo de Voltaire, 2001
- El inventor de juegos, 2003
- Rey secreto, 2005, reúne más de 80 relatos breves, con ilustraciones de Max Cachimba
- La sexta lámpara, 2005
- Lucas Lenz y la mano del emperador, 2006
- El enigma de París, 2007
- El buscador de finales, 2008
- Los anticuarios, 2010
- El juego del laberinto, 2011
1)Todo libro tiene un primer horizonte de lectura, determinado por colecciones, por lectores cercanos, por circunstancias de la época. Algunos libros escapan de ese primer círculo y alcanzan a otros lectores más lejanos. Es en ese sentido y sólo en ese que se puede decir que la literatura infantil se hace literatura general. Yo creo que toda la literatura es literatura infantil; el sólo hecho de leer una novela es un regreso a la infancia.
2) No escribo libros por temas, sino que elijo determinados ámbitos simbólicos. En la literatura infantil está muy clara la idea de construcción de un mundo narrativo autónomo, y es eso lo que guía la historia.
3) La aceptación de “temas” de época da lugar a los peores libros juveniles, sobre todo cuando escritores ya mayorcitos tratan de imitar el lenguaje de los adolescentes y usan en cada frase las palabras “copar” y “chat”.
4) Elijo El juego del laberinto, por motivos sentimentales. Veo que en otros libros míos los héroes están condenados a la soledad; acá no.
5) Cuando yo era chico nadie leía, todo el mundo miraba la televisión, aunque fuera blanco y negro y hubiera sólo cuatro canales. Esa idea de un pasado de lectores extraordinarios es una ucronía que cada época se preocupa por perpetuar.
Nació en Banfield, Provincia de Buenos Aires, Argentina, el 24 de noviembre de 1949.Vive desde 1979 en la ciudad de Buenos Aires.
Estudió en la Escuela Normal Nacional “Antonio Mentruyt” de Banfield (1955-1967).
Maestra Normal Nacional, 1967.
Profesora en Letras por el Instituto Nacional del Profesorado “Joaquín V. González”, 1976. Coordinadora de Psicodrama Psicoanalítico grupal, Centro Psicoanalítico grupal Eduardo Pavlovsky, 1991. Licenciada en Educación y Gestión Institucional por la Universidad Nacional de Quilmes, 2004.
Ejerció la docencia en todos los niveles de enseñanza, y se abocó al nivel terciario, en la formación docente. Colegio Balmoral (1971-1980), Instituto del Profesorado “Presbítero Dr. Antonio María Sáenz” (1977-1988) Escuela Normal de Banfield (1978-1992), Escuela Normal N°3 “Bernardino Rivadavia (1983-1993), Escuela Normal N° 11 “Ricardo Levene” (1986-1994) entre otros.
Titular de la cátedra de Literatura del Instituto Superior de Profesorado «Sara C. de Eccleston» de Buenos Aires hasta 2008.
Secretaria CECLI-Centro de estudios para la comunicación y literatura infantil, 1979-1981.
Socia fundadora de ALIJA- Asociación de Literatura infantil y juvenil de la R. Argentina (1985)
Vocal de ALIJA -1993-1995.
Secretaria de ALIJA -1995-1996.
Ofreció cursos de capacitación docente, charlas para padres, organizó y coordinó jornadas de perfeccionamiento docente en ámbitos oficiales y privados del país y del exterior.
Fundadora del GRUPO ALEGRIA- Actividades de Lectura y escritura grupales para la revelación e integridad de los afectos, 1991. Coordina un ciclo cultural en el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, de Secretaria de Cultura de la Nación, desde 2007.
Miembro de número de la Academia Latinoamericana de Literatura Infantil y Juvenil, 2012.
Presidente de la Academia argentina de Literatura infantil y juvenil, 2012-2015. http://academiaargentinadeliyj.blogspot.com.ar
Coordinadora de talleres de escritura con técnicas psicodramáticas. Figuran sobre esta temática: El taller de juegos literarios (1994), El Taller de juego dramático (1996). En la búsqueda del lector infinito. Una nueva estética de la literatura infantil en la formación docente. (2008)
Poemarios publicados: Poemas de agua y fuego (1993), La voz viene de lejos (1995), Lirios prohibidos (1998), Jacarandaes en celo (2003), Confesiones de Gertrudis Glauben (2006), Diario de Rosalind Schieferstein (2009).
Poemarios inéditos: No sabré el final del tiempo, Cuaderno de Quele, Escenas del arco iris. Rulitos en el flequillo. http://cristina.pizarro.blogspot.com.ar
1) Sobre la existencia de la literatura infantil se ha debatido mucho durante las últimas tres o cuatro décadas. Desde el punto de vista artístico, hay una sola literatura. La literatura es esencialmente lenguaje y ficción, un lenguaje con especificidad, a veces, metafórico y con un uso connotativo, que construye un mundo representado, generalmente que trasunta la cosmovisión del autor, ya sea por sus experiencias, sus sueños, fantasías y deseos. Es evidente que hay muchas obras de calidad estética que no interesan, son poco atractivas para un lector pequeño, debido a que no posee las herramientas necesarias, desde sus conocimientos, competencias lingüísticas, literarias, filosóficas, psicológicas para apreciar dicha obra. Los temas de la literatura siempre son los mismos. Lo que varía es el tratamiento. Por ejemplo, el tema de la muerte en “La muerte de Ivan Illich” de Leon Tolstoi, no lo podrían interpretar los niños. Sí, en el magistral cuento “Monigote en la arena” de Laura Devetach, que alude a la fugacidad de la vida. Será difícil, para los niños, acceder a la melancolía de los poetas románticos, ya que no podrían identificarse con sus emociones y sentimientos. Todos sabemos que muchas obras no fueron escritas pensado en un público infantil, sin embargo fueron los niños quienes se apropiaron de un Robinson Crusoe, y hasta los mismos cuentos de hadas de origen folklórico, primero reescritos en lengua culta por Charles Perrault en el siglo XVII y luego reelaborados y difundidos, manteniendo la oralidad y el carácter popular por los Hermanos Grimm en el siglo XIX, justamente hace doscientos años. Asimismo, hay poemas que pueden ser placenteros para chicos sin que sus autores se hayan propuesto escribirlos para ellos. (Neruda, Garcia Lorca, Celaya, Storni, etc.)
La distinción “infantil” tiene que ver más con el mediador que con el escritor, en términos generales.
Es una categoría que facilita la promoción de la lectura y también favorece la actitud de los escritores que en la actualidad necesitan conocer los rasgos de sus destinatarios para encontrar una interacción más provechosa. El escritor, en este caso , también está contribuyendo, a la formación de los lectores, estaría cumpliendo otro rol, además de autentico y puro creador.
La Literatura es una por sus rasgos de literaturidad, es decir, su ficcionalidad, carácter polisémico, la pluralidad de ser una obra abierta a múltiples interpretaciones, su gratuidad, carácter lúdico, poeticidad.
El adjetivo infantil determina a un destinario por las peculiaridades psicológicas y pedagógicas dentro de un contexto social y cultural. El entorno de cada niño es diferente, sus apetencias son singulares, sus necesidades son exclusivas de cada sujeto.
2 )Los temas de mis libros han surgido de la observación de la realidad y de mis propias vivencias.
3) Cada época tiene sus demandas de mercado. Si lo de decisivo se refiere a mi elección de los temas, diría que no escribí mis libros por encargo o porque los temas tuvieran éxito de mercado. Hubo una moda de ositos, de brujas, de monstruos, terror, temas políticos, etc. Este asunto también aparece como fenómeno en el cine, y en las novelas, tipo best sellers para adultos, de divulgación masiva y que surgen como un boom y después, desaparecen.
El debate del mercado editorial es interesante de analizar pero es ajeno a la creación específica. Por supuesto, que el editor quiere vender y el escritor quiere que le publiquen. Encontrar el equilibrio es una tarea difícil. Sabemos que muchos genios del arte no han sido valorados en vida. Es una triste realidad.
Existe una fama que va más allá del éxito de mercado.
4 )He publicado seis libros de poemas para adultos como creación en ficción.
No sabría valorar cuál es el mejor. Algunos recibieron más críticas que otros, pero nunca me pregunté cuál es el mejor. Los otros son libros teóricos.
5 )Los chicos de la actualidad tienen diferentes formas de leer y distintos soportes. No solo se leen libros. Leemos revistas, diarios, CDrom, hipertextos, en forma virtual, etc.
También y me parece tremendo que todavía existen lugares donde el objeto libro es un desaparecido. El libro como objeto también tiene un valor afectivo para el niño, quién se lo dio, se lo regaló, se lo prestó, etc.
La discusión del problema de la falta de lectores es de vieja data. A algunos chicos les interesa más jugar, ya sea con juguetes, ahora con las computadoras que leer lo que otros escribieron. También es diferente leer textos de estudio que leer cuentos. A los chicos, les gusta que alguien les lea, porque viven esos momentos como un encuentro amoroso, un diálogo productivo que los quita de la soledad del mundo.
A mí siempre me preocupó que los adultos no lean, ya que son los modelos lectores que tienen los chicos. También me resulta terrible, aquellos adultos que leen sin explicarles a sus hijos que la lectura es un acto que requiere silencio. He conocido niños, de familias muy lectoras, casas con buenas bibliotecas, reacios a la lectura. Entonces, al niño le queda la imagen de un adulto que tapa su rostro con el diario o con un libro, y él permanece ajeno. El adulto que se aísla, no será un buen modelo, porque excluye al otro. Sin diálogo, no fluye el proceso lector. Los niños necesitan la imagen de un rostro, de una mirada, de una voz que comparta.
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Colabora en varios medios, entre ellos las revistas Lea, El Grillo, Proa, Ser en la Cultura, Desde Boedo, Archipiélago (México), nómada, y en las publicaciones virtuales Imaginaria, A hierro muere, Biblioteca Carlos Sánchez Viamonte, Nido de Caranchos, La duendes, La máquina de escribir, Letras-Uruguay,Palermo online y WittyWorld ( EE.UU.). Es columnista del sitio El Muro: www.elmurocultural.com.
Es autor de los ensayos sobre historietas Charlando con Superman (1988), Oesterheld (1992), Así se lee la historieta (1994) y El dibujo de aventuras (1996). Integró el equipo que confeccionó el Diccionario de uso de la historieta española (1997). Por esta especialidad fue invitado a los festivales internacionales de Budapest (1990), Skopje (1991) y St. Just le Martel (1992).
Además, escribió El checo, la giganta y el enano (cuentos, 1974), Frankenstina (cuentos, 1977), Cuentos para mocosos y purretes (literatura infantil, 1980), Los silencios prohibidos (novela policial, 1982), Los pintores mueren del corazón (cuentos policiales, 1985), Matar una vez (novela policial, 1992), y las novelas para adolescentes Soñar el paraíso (1996) y Traficantes de la selva (1999) (ambas publicadas por la editorial Alfaguara). En 1993 realizó una compilación de cuentos policiales argentinos con el título Thrillers al Sur, que fue editada en diskette y reeditada en 2002 por la editorial virtual Ibucs: http:/ibucs.tripod.com, que ese mismo año colocó en la red su antología de cuentos argentinos de ciencia ficción Otras rutas al futuro.
Colabora con la Fundación Ciudad de Arena dedicada a la difusión del género fantástico
En 1997 fue incluido en la antología Cuentistas Argentinos de Fin de Siglo, de Editorial Vinciguerra.
En 1986 recibió Mención de Honor Premio Municipal en Cuento por Los pintores mueren del corazón. En 1992 obtuvo dos «Fajas de Honor” de la Sociedad Argentina de
Escritores (SADE): una en novela (por Matar una vez) y otra en ensayo (por Oesterheld). En 1996 mereció Mención de Honor en el Concurso Internacional de Ficción sobre Gardel (Montevideo-Uruguay) por el cuento “Rapsodia del Río de la Plata”. En 1999 la Socidad Argentina de Escritores le otorgó la “Faja de Honor”en teatro por Vamos a Manhattan, y la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el 1er. Premio Especial “Eduardo Mallea” por su ensayo La aventura en América, que la Editorial La palabra mágica publicó en diciembre de 1999. En junio de 2000, recibió la “Faja de Honor” de la S ADE en literatura juvenil por Traficantes de la selva.
En octubre de 2002 fue premiado en el concurso de cuentos “Atanas Mandadjiev”, celebrado en Sofía, Bulgaria, y se le otorgó el título de Gran Maestro del Relato Policial.
El 5 de agosto de 2003 fue nombrado socio honorario de SADE.
En abril de 2004 apareció su libro Entre dibujos, marionetas y pixeles (Notas sobre cine de animación), publicado por Editorial La Crujía.
Ediciones BP publicó cuatro cuadernos de su autoría en su colección “Informes del Sur”: Orígenes de la historieta argentina (2004), El género fantástico en la historieta argentina (2005), Oesterheld: La aventura sin fin (2005) y Escobas revolucionarias (La gran huelga de 1907) (2007).
En junio de 2005 obtuvo el ler. y el segundo premios por Los Invisibles y Lluvia de cadáveres, respectivamente, en el Concurso Internacional de “Literatura Infantil y Juvenil” (novela) organizado por HMRSystems, que fueron editadas en audiolibro en febrero de 2006.
En noviembre de 2006 apareció su novela juvenil Lluvia de esqueletos, publicada en la colección Mar de Papel por la editorial CrecerCreando.
En setiembre de 2007 fue invitado a FLIPORTO, festival internacional literatura de Porto de Galinhas (Pernambuco, Brasil), para disertar sobre “El cuento latinoamericano”.
Su libro de cuentos policiales Por amor al crimen figura en el sitio “letras-uruguay.espaciolatino” desde enero de 2008, y su novela La partitura fantasma en “monografias.com” desde julio de 2008.
Varios de sus cuentos fueron traducidos al italiano y al portugués.
El 29 de marzo de 2008 la asamblea de la Academia de Letras e Artes do Nordeste Brasileiro lo nombró por unanimidad miembro de la misma.
Fue designado jurado en el Festival de cine “Buenos Aires, rojo, sangre”, 2008.
En 2010 se publicaron sus novelas juveniles El enigma del Siambón (Lomgseller) y El ataque de los acuanautas (Serendipidad). En comemoración del Bicentenario, en 2010 se repesentó en las escuelas del Oeste Bonaerense su obra El incidente (Un episodio en la vida de Manuel Belgrano), que el 2 de abril de 2011 se estrenó en el Teatro Fray Mocho, de la Capital Federal.
Fue incorporado en 2010 al Diccionario razonado de la literatura y la crítica argentinas.
En febrero de 2011 salió la antología Teatro para niños 2 (Editorial Atuel), de la que formó parte con Una aventura en el ciberespacio. El 23 de abril de 2011 apareció la antología Cuentos y experimentos (Guadal), con narraciones de Poe, Wells, Bioy Casares y Lugones, que contó con la historieta El que veía los ruidos, con dibujos de Mauro Vargas y de la que escribió el guión.
En 2011, en el libro Episodios patagónicos, de Alejandro Aguado, figura la historieta Un amor austral, cuyo guión le pertenece.
En junio de 2012 salió el ensayo sobre historietas Evocando viñetas (Editorial La Duendes), y próximamente Ediciones del Naranjo publicará su novela juvenil El misterio del profesor ausente.
1) La literatura es una sola, por supuesto, Pero ordenarla por género u otras afinidades ayuda al lector y al estudioso. Por tanto, aún reconociendo que la literatura es una sola, encuentro apropiada la denominación de “literatura infantil”, de la misma manera que se habla de “literatura policial” o “literatura de ciencia ficción”. No son clasificaciones absolutas, ninguna obra importante puede encasillarse totalmente en ellas, pero resultan muy útiles como orientación.
2) En los últimos años me inspiré en las series de televisión norteamericanas (“Los expedientes secretos X”, “Lost”, “Fringe”, “FlashForward”), en las cuales hay numerosas alusiones a las búsquedas de la física cuántica. Ésta es una caja de sorpresa que ayuda a imaginar ficciones, ya que provoca que se hable de la búsqueda de la inmortalidad (eterno sueño humano), de los universos paralelos, del espacio tiempo, y otras cuestiones apasionantes.
3) En mi caso sí, no quiero a escribir un libro que ninguna editorial esté dispuesta a publicar. Pero, evidentemente, el tema debe coincidir con mi sensibilidad literaria. En general me encuentro identificado con los relatos de aventuras, con las novelas policiales y con los géneros de ciencia ficción y de terror. Por suerte son las narraciones que buscan los chicos.
4) Tal vez la novela “Lluvia de esqueletos”, porque en ella dejé correr libremente a mi fantasía y pude narrar con suma alegría. Allí, además, pude hacer una mezcla de géneros: ciencia ficción, terror, aventuras y policial. Algo que se está dando también en la literatura para adultos: el cruzamiento de géneros.
5) Comparar no es bueno. En general –aunque no parezca- comparamos cosas distintas. Las tres épocas enunciadas tienen lectores y estímulos diferentes. Es decir, se trata lectores con formaciones culturales disímiles. Un chico en 2012 está estimulado por el cine (en 2D y en 3D), los video juegos, internet, los celulares: no se puede comparar a mi infancia, ajena por completo a esta tecnología. Pero entiendo que hoy en día, a pesar de lo que se acostumbre a decir en forma tal vez convencional acerca de que se lee poco, no creo que sea así: para mí se sigue leyendo mucho, pero tal vez con otros soportes y pautas. Germán Cáceres
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