Esta semana hemos sufrido la pérdida de uno de los escritores más relevantes de la literatura infantil y juvenil de nuestro país, nuestro querido y admirado, Gustavo Roldán.
He disfrutado mucho de sus libros, de sus charlas en mesas redondas, jornadas. Su obra es clave para comprender cuál es el significado de una literatura que va destinada a los chicos. La he comentado en mis cátedras, en talleres, en mis libros, y la he abordado en una ponencia presentada en un congreso que haré conocer en otra oportunidad.
Nuestro homenaje será continuar con una lectura crítica de su producción. Tal vez, algún taller de narrativa debería llevar su nombre, si es que está legalmente permitido usar el nombre de un escritor fallecido. Su narrativa sobresale por una dimensión poética que da relieve a las historias y personajes singulares.
Cristina Pizarro
Coordinadora Academia Argentina LIJ