de Mabel Fontau. 1era. edición ( año 1996) agotada. 2da. edición ( año 2008). Recibió la Faja de Honor 2009 en Literatura Infantil y Juvenil de la S.A.D.E. (Sociedad Argentina de Escritores )
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A pesar de las facilidades que el mundo científico tecnológico otorga a la comunicación, como expresión, muchas veces superficial o información siempre renovada, raras veces se logra la comunicación profunda que hace posible el verdadero conocimiento de los interlocutores. Huapi es la pretensión de lograrla, en tanto apelación al corazón de los lectores, desde la autocomprensión de su ser interior.
Huapi es un niño aborigen que desea saber quién es y por qué lo llaman así. Con ayuda del Rey del bosque en el que vive, se entera del significado de su nombre: “Isla”, que alude a la individualidad humana y a la posibilidad de comunicación por medio del agua, con otros semejantes, pero también significa la parte de un todo, referido a la humanidad.
A medida que Huapi crece, percibe los poderes del aire, del fuego, del agua y de la tierra, aprende a aceptarse como lo que es y a no envidiar las características de los otros seres para, de ese modo, vivir en armonía con todo el universo, aprende también a diferenciar la realidad de la ilusión cuando, después de una lluvia vivificadora, pretende tocar el arco iris.
La imagen que Huapi puede lograr de su propia conciencia está poéticamente diseñada por la autora: La conciencia de los hombres es la superficie de las aguas de un lago que refleja la luz de una estrella: “Y si nada turba la paz de tu superficie, la luz de tu conciencia brillará en toda su magnitud” (p.44).
Con un lenguaje accesible a los escolares, Mabel Fontau se refiere a la libertad que sólo puede ejercitarse si se es responsable.
El misterio de la trascendencia, luego de la muerte, está poéticamente resuelto en esta narración, como así también la conceptualización del amor a través de una serie de interrogaciones que formula Huapi a sus amigos del bosque; hay en esta página reminiscencias de El Banquete de Platón y de las páginas bíblicas que aluden al tema, llevadas a la intelección de un niño, con sencillez y frescura no exenta de belleza.
La fe en sí mismo para el logro de los ideales y la búsqueda de la verdad absoluta que no puede ser alcanzada por la humana condición sino sólo a través de las limitadas y relativas verdades de cada uno, son otras páginas reveladoras del enfoque filosófico de la autora.
La última página responde a la pregunta ¿Quién soy?- subtítulo de la obra.
Las respuestas constituyen una síntesis de los valores que tradicionalmente y a través de todas las religiones, constituyen los pilares de la civilización.
Los dibujos del libro muestran otra vertiente creativa de Mabel Fontau y constituyen un valioso complemento del texto.
Bertha Bilbao Richter